Griegos bizantinos

Los griegos bizantinos, o simplemente romanos orientales, eran los ciudadanos griegos o helenizados en la época medieval en el Imperio bizantino (también llamado Imperio romano de Oriente), centrado en Constantinopla, al sur de los Balcanes, las islas del mar Egeo, Asia Menor (actual Turquía), Chipre, el norte de Egipto y los grandes asentamientos de Levante.

Durante el Medioevo, los griegos bizantinos se autodenominaban como Ῥωμαῖοι (Rhōmaîoi, en español: «romanos») y Γραικοί (Graikoí, «griegos»), pero en la actualidad se les conoce como Βυζαντινοί Έλληνες (bizantinos o «helenos bizantinos»).[1]

La estructura social de los bizantinos era principalmente rural, con una base agraria que consistía de campesinos y una pequeña parte de los pobres. Estos pobladores vivían en tres tipos de comunidades: las chorion o pueblos, las agradion o aldeas y los proasteion o estados.

Muchos de los altercados civiles que ocurrieron durante el tiempo del Imperio bizantino fueron provocados por las facciones políticas en el Imperio, no por la gran cantidad de población que contenía. Los soldados que conformaban las fuerzas armadas del Imperio bizantino eran seleccionados de campesinos y eran entrenados cada año. Cuando comenzó el siglo XI, más de la mitad de estas fuerzas armadas eran hombres en armas o mercenarios profesionales.

Durante su tiempo, la educación de los griegos bizantinos era más avanzada que en el oeste, particularmente en la educación básica, resultando en altos niveles de alfabetismo en sus pobladores. Los mercaderes bizantinos eran personas exitosas que tenían una gran importancia en el comercio internacional. A pesar de su rivalidad con los mercaderes italianos, los mercaderes bizantinos mantuvieron su posición a lo largo de la segunda mitad de la existencia de su imperio.

El clero también tenía una gran importancia, no solamente por la mayor libertad con la que contaban, a diferencia de su contraparte en el Occidente latino, ya que mantenían un patriarcado en Constantinopla que era considerado igual al papado. Esta posición de poder fue construida poco a poco, desde el nacimiento del Imperio, bajo el reinado de Constantino el Grande, entre los años 306 y 337, y únicamente el 10% de su población era cristiana.

La lengua utilizada por los bizantinos desde la época de Constantino había sido la griega, a pesar de que el latín era el lenguaje de los trámites administrativos. Durante el reinado del emperador Heraclio, entre el 610 y el 641, el griego fue el lenguaje dominante entre la población y sustituyó al latín en los trámites administrativos. En sus inicios, el Imperio bizantino tenía una población multicultural, sin embargo, con la pérdida de las provincias que no hablaban griego a lo largo del tiempo eventualmente los bizantinos fueron la población dominante.

A medida que pasaban los años, la relación que mantenía el Imperio con el Oeste se fue deteriorando, especialmente con Europa occidental latina. Estas relaciones empeoraron por la ruptura entre la Iglesia católica del oeste y la Iglesia ortodoxa del este que había llevado a los bizantinos a ser juzgados como herejes por los latinos. En los últimos siglos del Imperio, especialmente después de la coronación como emperador occidental de Carlomagno en Roma en el año 800, los bizantinos no eran considerados por los europeos del oeste como los herederos del Imperio romano, sino como su contraparte del este. A pesar de ello, el Imperio bizantino siguió denominándose como romano, continuando con la sucesión de emperadores.

  1. Rosser, 2011, p. 2: "George Finlay's History of the Byzantine Empire from 716 to 1057, published in 1857, was the first occasion of "Byzantine Empire" being used in a modern historical narrative in English."

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